sábado, 27 de septiembre de 2014

Clase de Teorías Éticas del 24-sept-2014. Prof. Urbano Ferrer. #Filosofía #Ética.

Clase del 24 de septiembre de 2014. Clase teórica.

Comienza repasando los temas vistos la semana pasada. Ver este post.
  • Nos cuenta el profesor que ha subido la clase teórica anterior a su página web. Aquí mismo: http://www.um.es/urbanoferrer/material.php (buscar por fechas).
  • Hay un tema que se verá más adelante pero nos ofrece un anticipo. Introduce el concepto de bondad moral. ¿Se puede medir la bondad moral? Por ser el hombre libre, la bondad moral se ordena al crecimiento de la libertad, es decir, si con mis actos me hago libre, me humanizo más, los actos que estoy realizando son morales, en cambio, si no estoy a la altura de mi propia libertad, me degrado (bebida, juego, drogas, gula,...) Existen varias diferencias entre bondad moral de otras bondades. 
  • Repasamos la diferencia entre experiencia externa y experiencia interna. 

Lo que habría que introducir ahora es ¿cómo se articulan la experiencia y la razón normativa? o bien, ¿cómo puede ser que la ética se base en una experiencia y a la vez sea una ciencia que nos diga lo que hay que hacer o lo que hay que ser? Empezamos por las posturas excluyentes. Ha habido posturas que se han fijado en uno de los elementos sólo. Como no resulta fácil conjugar la experiencia con la normatividad, quedémonos sólo con la experiencia. ¿Qué ética sale? Vamos a ver dos concepciones:
Lévy-Bruhl
  1. Los sociologismos. Es propio del positivismo lógico. Es ético lo que está socialmente vigente o culturalmente está en vigor y uso. Si nos acomodamos a lo que las costumbres, las valoraciones del lugar que vivo tienen, actuaré moralmente y si por el contrario me desvío de ellas, actuaré inmoralmente. Parece un esquema sencillo pero deriva de una concepción positivista, que es una simplificación del saber. Sólo se entiende como saber lo que es empíricamente verificable, según el positivismo. Entonces la filosofía queda reducida a una teoría del lenguaje y de la ciencia, conceptos como alma, nada, el bien, no significan absolutamente nada. Alguien dijo “la nada nadea”. ¿Qué significa esto? Es lenguaje metafísico, en sentido a que se ha ido de vacaciones (Wittgenstein). Lo que hay que hacer es hacer el lenguaje operativo y que sepamos lo que decimos cuando hablamos. Otro ejemplo: dice San Agustín, ¿qué es el tiempo? si nadie me lo pregunta lo sé pero cuando me lo pregunta ya no lo se. Es una pregunta para el positivismo de Wittgenstein, que es retórica, el tiempo como concepto no entra dentro de los usos del lenguaje. En el campo de la ética podemos citar, al lado de Comte, Lévy-Bruhl, que entiende por ética, una ciencia de las costumbres, una ciencia de lo que se hace, ciencia de lo normativo y me tengo que adaptar a esas costumbres para no ser marginado. Pero lo normativo no es una ciencia normativa que me diga lo que es el bien y que se base en la razón práctica, sino que es una ciencia de lo que está dado normativamente, se basa en una descripción de un hecho de experiencia que es el hecho social y se guía por unas pautas de conducta. En este caso se reduce la ética a un saber simplemente descriptivo de lo que está en uso, pero el elemento originario normativo de la ética no juega ningún papel. Conlleva a un gran conformismo. 
  2. Los psicologismos. Lo que se tiene en cuenta es el hecho psíquico. También es propenso al neopositivismo lógico a entender así la ética, más a lo segundo que a lo primero, lo primero es el positivismo y el psicologismo es lo que está detrás del neopositivismo lógico y de corrientes que han venido después. Nietzsche encajaría también aquí. Es indudable que la ética tiene relación con aspectos psíquicos de la persona, con emociones, afectos, actos de aprobación, etc. Entonces lo que es bueno suscita aprobación y lo que es malo, lo que suscita es una repulsa. Basándose en esto los autores psicologistas concluyen, puesto que lo moral es inobservable en términos positivos, en términos de experimentación, entonces lo único que podemos observar es unas reacciones psicológicas determinadas. Entonces, ¿qué es pues lo moral? pues simplemente un apéndice o un capítulo de la psicología, la psicología de la moral, los sentimientos morales que se disfrazan de predicados éticos. 
    Esta postura se puede encontrar en autores que sólo tienen en cuenta la experiencia y la corriente filosófica que funda todo esto es el empirismo que es donde se encuentra el origen del psicologismo. En Hume encontramos el “Tratado de la naturaleza humana” que es una obra representativa. 
Todo esto sería un unilateralismo, bien sociológico o psicológico. La dificultad de estas posturas no aciertan como la experiencia se puede compaginar con la razón práctica, y la razón se limita a ser lógico-formal y no tiene nada que ver con la acción. 

Vamos a pasar a la otra unilateralidad en la que la única fuente de la ética es la razón, sería como las ciencias deductivas. Hablamos de Kant, lo ético es un hecho a priori de la razón, el deber existe aunque cuando supongamos que nadie hubiera cumplido nunca un deber. Esto es muy extremo. Es un hecho que tenemos todos en la razón. El deber es un factum a priori de la razón. Esta ética es incapaz de intervenir en situaciones contingentes en que hay varios intereses en juego y la virtud que me dice como debo actuar es la prudencia, la recta ratio factibilium. ¿Qué podemos extraer del deber? pues unos preceptos muy generales a los que falta el punto de confrontación que es la experiencia. Aparece una fisura entre el ser y el deber ser. 

Vamos a ver ahora, intentos de mediación entre estas dos posturas. Vamos a hablar de la ética de la comunicación de Habermas. Habermas propone una ética a priori, que se basa en normas universales de los hechos sociales en los que media la comunicación entre los hombres. ¿Cual es el elemento de hecho? Es de tipo social, es decir, las distintas posiciones o distintos cruces de intereses, etc. ¿Cómo se desenvuelve la ética de la comunicación? Habermas propone un consenso obtenido a través de un diálogo mediante las buenas razones, que por ser a priori acaba obligando a todos. Habermas se basa en el lenguaje como medio universal en la comunicación. Y ¿cómo aparecen esos a priori? mediante el diálogo libre de dominio. Lo que resulta es lo ha resultado de la argumentación. Esta ética de la comunicación es un intento de acomodar la experiencia y la razón. ¿No es utópico lo que Habermas propone? Ahí dejo la pregunta. 

Hay otro autor alemán que obvia algunos de los inconvenientes. Se trata de Rüdiger Bubner. Este autor es de Tubinga. Este autor en un artículo intenta devolver las leyes a priori de la actuación a la experiencia de la praxis originaria. Digamos que es lo contrario del imperativo categórico de Kant. Bubner parte de los principios éticos universales pero para probar su verdad las tiene que confrontar con la praxis originaria del hombre. Ejemplo: No debe haber castas en una sociedad. ¿Se presenta esto en la praxis habitual? Este autor presenta un concepto de experiencia más amplio que el de Habermas. Para Habermas la experiencia viene dada en términos sociológicos y los aprioris son lingüísticos, entonces la experiencia es comunicativa. En cambio Bubner tiene un punto de partida más abarcante, se trata de la experiencia antropológica del hombre como ser que tiene que actuar y está enfrentado a tareas para las que tiene que aplicar unas leyes. Hay cierta semejanza pero hay un alcance mayor cuando se trata de una praxis humana en general y no cuando se trata sólo de la comunicación lingüística. 

[Se plantea la cuestión en clase de que entre los dos autores no hay grandes diferencias. el profesor aclara estas dudas.]

Cambiamos de tema. La normatividad de la razón ejerce sobre la experiencia de la siguiente manera, es una praxis abierta siempre al futuro, no es una experiencia que se ve desde fuera sino se refiere a la determinación de mi actuación que no está determinada. En este sentido es preciso una razón práctica que sea normativa. Si tomamos la experiencia en sentido de algo ya determinado o transcurrido, ya se sabe lo que va a pasar. Esto es una forma de negar la experiencia ética. ¿Cómo es posible que la razón se adelante a la experiencia? La clave es la noción de fines de la actuación. Mediante  los fines que ha de realizar se adelanta a lo que va a ocurrir y es él el que dirige el curso de los acontecimientos. Veremos más sobre este tema cuando adelantemos. 

Otra función que tiene la razón (la de antes era orientativa o teleológica),  es la funcion analitica que es la complementaria de la anterior. Consiste en, hagamos un rodeo: en la práctica voy de lo universal a lo particular. Lo que hacemos ahora en de los comportamientos singulares a las razones universales a las que nos podemos referir. Entonces, ¿en la ética hacemos teoría o nos referimos a la práctica? pues ambas cosas. Buscamos las razones que esclarecen o que nos guían en la práctica. Su objeto es práctico, la acción humana, pero su método no es un método de tomas de decisiones sino es un método teórico. 

Fin de la clase. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Clase (práctica) de Teorías Éticas del 18-sept-2014. Prof. Urbano Ferrer. #Filosofía #Ética

18/09/2014 - Clase práctica. Grupo B. (12h a 13h)

Lecturas que comentamos en clase:

  • “La experiencia moral como punto de partida de la reflexión ética”. Del libro Ética general (6a. ed.) Ángel Rodríguez Luño. Editorial EUNSA, páginas 51-53. Enlace para su descarga.
  • Renovación del hombre y de la cultura: cinco ensayos. Edmund Husserl. Página 29 y 30 (del libro en papel). Enlace de descarga.
Puntos que tratamos la clase anterior (resumen):
  • Decíamos que la ética presupone una experiencia moral. No es una ciencia que se base en postulados sino que supone una experiencia moral determinada. 
  • Dijimos también que existe la experiencia externa cuyas fuentes las tenemos en la literatura, en la historia, etc.
  • También vimos el objeto de la ética, ¿cuál es el objeto material de la ética? Son los actos humanos pero también los hábitos adquiridos con los actos. 
  • Se habló también del carácter, del ethos. Como complexión moral de la persona. Cada uno tiene su carácter definido. El carácter es ético en la medida que se forma a partir de los hábitos, y los hábitos son éticos porque en su origen están los actos. Los actos libres son los primero, luego son los hábitos, luego el carácter. Pero no todas las acciones son igualmente conscientes. Puede ser que adquiramos hábitos sin que nos lo propongamos.
  • ¿Cuál dijimos que era el objeto formal específico de la ética que la diferencia de otros saberes? Es el carácter normativo (normatividad moral). Estudia los actos humanos desde el punto de vista de su justificación moral. Si deben ser de una manera u otra. ¿En qué se diferencia la normatividad moral de otras normatividades como la jurídica o la estética? Esto nos lo explicará el texto de Husserl que ahora después vamos a leer (el segundo texto).

Vamos a leer los dos textos.

Primer texto: “La experiencia moral como punto de partida de la reflexión ética” (página 51 del libro de Ángel Rodríguez Luño). Enlace para la descarga.

"La primera pregunta acerca de la constitución de un saber versa sobre su punto de partida. Ya sabemos que la Ética, como estudio filosófico de la vida moral, presupone la vida moral. La vida moral es lo primero; la reflexión filosófica sobre ella viene después. Esto significa que el objeto de la Ética, así como la necesidad de estudiarlo, no es puesto por otro saber, con el que la Ética debiera enlazarse deductivamente o, en todo caso, especulativamente. El problema moral se plantea originariamente por sí solo o, mejor, surge porque el hombre es un ser moral, y lo es antes de ser un estudioso de Ética o de cualquier otra disciplina científica. La Ética goza, por tanto, de un punto de partida propio y específico, que llamamos experiencia moral.
Pero la experiencia moral es sólo el punto de partida de una reflexión filosófica ulterior. No se pretende insinuar que todo lo que de hecho podemos encontrar en la experiencia moral sea verdadero, ni tampoco que la Ética deba limitarse a expresarlo filosóficamente 1. Lo que se desea advertir es que cuando el filósofo fija su atención en la «moral vivida» para explicitar e iluminar su estructura y contenidos mediante la reflexión crítica, ha de poner extremo cuidado para no olvidar, en el paso al nivel reflexivo propio de la Filosofía, ninguna de las condiciones específicas del ejercicio directo de la razón práctica en la vida moral 2, incluso en el caso de que esas condiciones no fuesen igualmente importantes para el ejercicio reflexivo de la razón. Así, por ejemplo, Aristóteles señaló que el desarrollo del conocimiento moral prefilosófico requiere la educación y el equilibrio de las tendencias humanas, porque el ejercicio directo o espontáneo de la razón práctica parte siempre del deseo de un fin 3. Desde un punto de vista abstracto, parece existir un círculo vicioso entre la razón práctica y el equilibrio afectivo (virtudes morales), porque cada elemento presupone el otro. Pero, en el plano real de la «moral vivida», ese aparente círculo se supera por el hecho de que la persona crece y se educa intelectual y afectivamente en el seno de grupos sociales (familia, comunidad política, comunidad religiosa, etc.) que tienen su propio ethos.
La reflexión filosófica no podrá olvidar, por tanto, que la lógica para el gobierno de sí mismo no es elaborada por cada persona a partir de la nada. Tiene unos presupuestos naturales específicos, los primeros principios prácticos, que son diversos de los primeros principios especulativos y de los que hablaremos más adelante. Tiene además unos presupuestos experienciales, en cuanto que la comprensión de las verdades éticas no es alcanzada por la sola razón independientemente de las formas de la experiencia y de las relaciones prácticas, como si se tratase de teoremas matemáticos. Es posible justificar racionalmente los deberes que los hijos tienen hacia sus padres, pero la explicación racional llevará a la evidencia sólo si se dispone de una experiencia práctica adecuada, propia o ajena, de las relaciones paterno-filiales. De nada servirían los argumentos racionales a una persona cuya experiencia de esas relaciones quedase completamente limitada a la crueldad con que fue tratada por el propio padre. A esta persona se la debería ayudar primero a reconstruir una dimensión esencial de la experiencia práctica humana.
Puesto que las formas de la experiencia práctica están ligadas a la cultura del grupo social, la reflexión ética posee también unos presupuestos histórico-sociales. Desde un punto de vista genético, el ethos del grupo es anterior al ethos de la persona singular. En cada tipo de sociedad (Estado, familia, clan, comunidad religiosa) existen fines y costumbres compartidas, leyes, fiestas que exaltan acontecimientos o personajes del pasado que resultan importantes para la identidad del grupo, símbolos significativos a los que se tributa respeto, etc. La personalidad moral del individuo se va constituyendo en un contexto ético determinado, que será siempre un punto de referencia, aunque en la medida en que la persona madura puede distanciarse críticamente, de modo parcial o incluso total, del ethos social en que ha sido educada."

Segundo texto: Renovación del hombre y de la cultura: cinco ensayos. Edmund Husserl. Página 29 y 30. Enlace de descarga.

Edmund Husserl
Un caso especial de preferencia incondicional es el de la decisión por una vocación de vida en un sentido genuino y superior al de la profesión. Pensamos la vocación en relación con un género de valores que son objeto de amor «puro» por parte del ser humano que la siente, la consecución de los cuales valores habría, pues, de procurar una satisfacción «pura» a este ser humano. Y él está cierto de ello con evidencia. Aquí se trata de antemano de valores auténticos y reconocidos en su autenticidad, que además pertenecen a una sola región del valor, preferida con exclusividad. La vocación por ella, la entrega en exclusiva de la vida a la realización de sus valores, consiste en que el sujeto concernido siente hacia ella —hacia la ciencia, hacia el arte, hacia los auténticos valores colectivos— un amor personal de devoción exclusiva. En ello sí se anuncia una diferencia esencial respecto de lo anterior, por cuanto yo puedo respetar por entero y apreciar valores heterogéneos, pero lo que no puedo es amarlos desde el centro más íntimo de mi persona —«con toda mi alma»—: amarlos como los míos, como aquellos a los que yo mismo, tal como soy, pertenezco inseparablemente. Mas así es el arte «vocación» del auténtico artista, y la ciencia «vocación» del auténtico científico (del «filósofo»): dominio de actividades y logros espirituales al que alguien se sabe «llamado», y de manera tal que sólo la creación de los bienes correspondientes le reporte la «más íntima» y «pura» satisfacción, le traiga con cada nuevo éxito la conciencia de «ser dichoso».
    Con esto hemos trabado conocimiento de ciertas formas de autorregulación universal, que sin duda pueden someterse ahora a una posible crítica, y a una que proceda desde el punto de vista de quien se ha decidido por ellas. Pues estas formas de vida se dejan reconocer como siendo en parte valiosas, en parte disvaliosas, y como siendo asimismo de un mayor o menor valor relativo. Esencialmente emparentada con ellas está la forma de vida ética, cuya caracterización ha de ser nuestra próxima tarea.

2. La forma individual de vida de auténtica humanidad

   La forma de vida propia del hombre ético no es sólo la que tiene un valor relativamente más alto frente a otras formas de vida profesional-vocacional como las perfiladas en la sección anterior, sino que es la única absolutamente valiosa. Para el ser humano que se ha elevado al estadio ético, todas las formas de vida susceptibles de valoración positiva pueden seguir siendo valiosas sólo en razón de que se ordenan a la forma de vida ética y de que en ella encuentran no ya una conformación adicional sino también la norma y el límite de su último derecho. El auténtico artista, por ejemplo, no es aún, como tal, un hombre auténtico en el sentido más alto. En cambio, el hombre auténtico puede ser artista auténtico si y sólo si la autorregulación ética de su vida así lo exige de él.

Fin de la clase.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Clase de Teorías Éticas del 17-sept-2014. Prof. Urbano Ferrer. #Filosofía #Ética


17/09/2014 - Clase teórica.

Tema 1. Introducción epistemológica. 

Platón y Aristóteles
¿Qué significa la palabra ética? Cabría referirse previamente a la experiencia ética. Toda ciencia tiene un objeto formal, decían los escolásticos, es decir, algo que la especifica. El objeto formal de la geología, pongamos por caso, es la tierra. El objeto de la geografía es la tierra. El objeto de la geodesia es la tierra. ¿Cómo diferenciamos las ciencias según su objeto formal en este caso? Según este esquema no habría diferencia. Pero podemos diferenciarlas por la perspectiva particular como estudian el objeto material. Imaginemos un polígono de varias caras que podamos ver desde varias caras o lados. Según qué lado veamos, así lo describiremos. Este sería un ejemplo de objeto formal. El objeto formal sería las distintas dimensiones, aspectos, puntos de vista o perspectivas bajo las cuales se contempla ese objeto material que es idéntico. En el caso de la ética, también tiene un objeto material. ¿Qué sería? ¿qué estudiamos en la ética? Estudia los actos humanos, o el fin propio de los actos humanos. Si no actuáramos y fuéramos como una piedra entonces la ética no tendría razón de ser. la ética tiene sentido en cuanto a que el ser humano realiza acciones de manera libre. Ahora bien, debemos diferenciar actos humanos de actos del hombre. Los actos del hombre son las acciones fisiológicas o propias de la biología, digestión, respiración, etc. Son actos involuntarios o reflejos. En cambio los actos humanos, tenemos dominio sobre ellos, de forma racional, de forma voluntaria. 
Pero cabe preguntarse: ¿este objeto material se reduce a la ética? o bien ¿es la etica la unica que estudia los actos humanos? Ciertamente no, porque la historia, pongamos por caso, también estudia los actos humanos, así como la psicología y la antropología. Pero el objeto formal es distinto en cada caso. En el caso de la historia, por ejemplo, estudiamos el pasado en la medida que tiene repercusiones posteriormente. En el caso de la psicología que estudia el comportamiento del hombre parece que se acerca más a la ética, pero la psicología no es ética, porque no hace valoraciones, no estudia los actos humanos con sus condicionantes de tipo físico o psíquico, solamente los describe, no lo ofrece desde el ángulo normativo. La ética sí que tiene una perspectiva normativa, hace juicios de valor, y estos juicios deben estar fundamentados, justificados. 
Tenemos dos palabras: ética y moral. ¿Por qué ponemos dos palabras? ¿son sinónimas? La moral es el comportamiento del hombre, comportamiento normativo y en cambio la ética es un discurso de segundo grado, es decir, se trata de reflexionar y justificar la moralidad de esos actos, de buscar razones. En ocasiones, se habla de metaética. A nivel de concepto, ¿cuáles serían los términos éticos irreductibles sin los que no sería posible la ética? Tenemos, lo bueno, lo malo, deber, obligación, correcto, lícito, felicidad, etc, serían los irreductibles éticos. ¿Se pueden suprimir esos conceptos? Eso es lo que pretende el positivismo, que es una negación de la ética. El positivismo considera que sólo es científico aquello que es verificable. El concepto de moralidad no aparece en el laboratorio, no sería científico sino sentimental. Según el positivismo, la ética no es normativa, sino que nos habla acerca de lo normativo. Una diferencia entre lo ético y lo moral en sentido etimológico es que la ética es una palabra griega y moral es una palabra latina. A veces se usan como sinónimos al poseer las dos culturas.

***

Tras la pausa de cinco minutos, retomamos el tema. Recapitulemos lo visto:
  • Hemos visto el objeto formal de la ética
  • Hemos estudiado brevemente la diferencia entre ética y moral
Vamos a profundizar un poco más. En cuanto a los términos ética y moral no están rigurosamente separadas. Se tiende a poner el acento cuando una acción es buena, se suele decir que es moralmente buena y cuando es mala decimos que es moralmente mala. La moral como algo relativo a la conducta del hombre. En cambio la ética tendría que ver con el estudio y la reflexión de los hechos morales y justificarlos, lo que tiene que ver con la ciencia y el saber. Se tiende a esto pero no siempre se hace buen uso. Al oír la frase “esto no es ético” tiene más fuerza que la frase “esto no es moral”. Entendemos a la ética como filosofía moral.
La palabra griega es ethos:
  • ‘εθος’: hábito o costumbre, hábitos adquiridos en nuestra vida: ser social, ser huraño, ser amable, etc. 
  • ‘ηθος’: carácter o modo de ser. No carácter en sentido psicológico, sino en sentido de lo peculiar de cada uno y la individualidad propia de cada uno. 
Pero vemos que ninguna de ellas se traduce como “actos humanos”, ¿entonces qué tiene que ver el ethos con los actos? Veamos. Los actos es lo que está más acá de los hábitos, es decir, los hábitos se generan a partir de los actos. No sólo los hábitos morales, sino también, por ejemplo, jugar en determinada posición en el fútbol, el hábito de fumar, etc. Éstos son hábitos adquiridos y los diferenciamos de los hábitos innatos pero no los tratamos aquí, que serían los hábitos que tenemos por naturaleza o por nuestra biología. Y asu vez, a partir de los hábitos podemos ir al carácter, ¿por qué?. Fijémonos en los hábitos morales, que son también las virtudes. Desde los griegos era patente que las virtudes no estaban sueltas entre sí, sino que hay una complexión o “symploké”. Esta idea de conjunto es algo derivado o que tiene mucha relación con los hábitos moralmente buenos. Por tanto sí que hay una relación entre el término ethos y los actos aunque éstos últimos no aparezcan en la palabra, etimológicamente hablando. Luego es verdad que la palabra ethos derivó posteriormente en costumbres en un sentido sociológico, pero esto se aleja una tanto de la moral. La etimología, por tanto, nos dice un poco pero no nos presenta la cosa misma de la ética y de la moral pero se aproxima en parte. 
En cuanto a las expresiones de vocabulario, cabe preguntarse, ¿en qué sentido se usa el término moral y el término ética? Dice Aristóteles, lo mencionamos mucho porque tiene el primer tratado de ética que conocemos, concretamente la obra “Ética a Nicómaco”. Decía él: “una golondrina no hace verano”. Es decir, un acto sólo no nos hace ser de una determinada manera sino que necesitamos varios actos seguidos acompañados. Aquí se expresa esa sabiduría de que la ética tiene que ver más con los hábitos, pero con esto no despreciamos las acciones humanas, lo que pasa es no todas las acciones son moralmente relevantes. Hay otras acciones que tienen un componente fuerte de moralidad, como actos solidarios, corrupción, la prostitución, etc. 
En algunos autores, como Kant, la moral es una moral del deber, o ética del deber, que ya estudiaremos. ¿Qué quiere decir esto? Kant lo toma en su sentido más extremo. Si yo, por ejemplo, ayudo a una persona por lástima hacia él, entonces esa acción es conforme al deber pero no realizada por deber porque lo que me guia es un móvil contingente, es la compasión. Sin embargo, si lo hago por deber, lo haría por motivos racionales, por un imperativo categórico, incondicionado, que me dice que trate al otro en las condiciones que me gustaría que me tratara él a mí, es decir, que pudiera universalizar la máxima de mi actuación y pudiera extenderlo al resto, que pudiera universalizar. Si yo no actúo por el imperativo legal, entonces hago una excepción respecto de mí. En el ejemplo de Kant vemos que, si alguien promete algo pero no piensa cumplirlo, la promesa no tiene ningún valor y deja de ser algo ético. Las promesas dejarían de estar vigentes y no tendría sentido su existencia, pasarían a significar, simplemente, nada. 
¿Cuál es el objeto formal de la ética? Esta es otra cuestión importante. El punto de vista que debemos aplicar aquí es el punto de vista de la bondad moral, de la rectitud en la acción. 
Veamos otra idea central. Más acá de las distintas posiciones éticas, hay una experiencia moral, se entiende cuando decimos que algo es “moralmente bueno”. ¿Qué es lo que constituye el subsuelo o la base de esta disciplina? Respuesta: la experiencia moral. ¿Y donde se documenta esa experiencia moral?, ¿es una invención de los hombres? No lo es, es algo que está anclado antropológicamente, por ello, la importancia de estudiar las bases antropológicas de la moralidad. Vemos si el hombre es de tal modo que es constitutivamente moral, que el deber es algo propio del hombre. “El hombre es un ser debitorio”, como diría el filósofo español Xavier Zubiri. Sobre esto podemos acudir a fuentes, como por ejemplo, las obras literarias, la historia, la vida ordinaria y, sobre todo, más allá de estas fuentes externas, tenemos la fuente interna, el juicio de conciencia, la conciencia que me dice que tengo experiencia de lo que es la tranquilidad de conciencia, es decir, algo que no está montado en el vacío sino que responde a una experiencia del hombre.
Vamos a poner algunos ejemplos de fuentes externas de hechos morales. Hay un ejemplo literario muy claro sobre este tema. Se trata la obra “Crimen y castigo” de Fiódor Dostoyevski. El centro de la trama es relativamente sencillo: un estudiante, Raskólnikov, que está hospedado en una pensión y la mujer que la regenta es bastante usurera que le tiene en unas condiciones infrahumanas. Entonces un día comete el crimen y la mata e intenta no dejar huella. Se celebra el juicio y el protagonista sale absuelto, jurídicamente es inocente, pero él, al pasar por una plaza, se encuentra inquieto y el mismo se dirige a la comisaría y confiesa su crimen. ¿Qué quiere decir esto? ¿qué quiere poner de relieve el autor? Respuesta, el sentimiento de culpa. Aunque jurídicamente está probado que es inocente, el se siente culpable y confiesa su crimen.